Friday, October 18, 2013

Thus says the Lord, who is God the Almighty: (Like Balaam's ass!)


 El profeta y su medio.
Dios y Sus profetas.
Así dice El Señor, que es Dios El Omnipotente:
 (¡Como a la burra de Balaam!),
A MUCHOS LE VAS A PASAR COMO HA BALAAM QUE LA BURRA LE HABLO.
POR DESOBEDIENTES.

Levantate Señor, Arise Lord.
Kuma Adonaí
Shema Adonaí, no haced como Balac que deseaba que el profeta Balaam maldijera al pueblo de Israelí, enviando mensajero a que buscaran al profeta ofreciéndole oro y plata.

 Esta fueron las palabras textuales del profeta Balaam al ofrecimiento de Balac.

Veamos esta historia Bíblica:
El profeta y la obediencia hacia su Creador.

Balac manda llamar a Balaam

22  Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó.

2 Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo.

3 Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.

4 Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.

5 Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí.

6 Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.

7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.

8 El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.

9 Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo?

10 Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme:

11 He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo.

12 Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es.

13 Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros.

14 Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.

15 Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros;

16 los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí;

17 porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo.

18 Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.

19 Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová.

20 Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga.

El ángel y el asna de Balaam

21 Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab.

22 Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.

23 Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino.

24 Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro.

25 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla.

26 Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda.

27 Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo.

28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?

29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. !!Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!

30 Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.

31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.

32 Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.

33 El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.

34 Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.

35 Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.

36 Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio.

37 Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?

38 Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.

39 Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot.

40 Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.

Balaam bendice a Israel

41 El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.

23  Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.

2 Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.

3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto.

4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.

5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.

6 Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.

7 Y él tomó su parábola, y dijo:
    De Aram me trajo Balac,
    Rey de Moab, de los montes del oriente;
    Ven, maldíceme a Jacob,
    Y ven, execra a Israel.
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?
¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré,
Y desde los collados lo miraré;
He aquí un pueblo que habitará confiado,[a]
Y no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob,
O el número de la cuarta parte de Israel?
Muera yo la muerte de los rectos,
Y mi postrimería sea como la suya.
11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.

12 El respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?

13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí me los maldecirás.

14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.

15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.

16 Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.

17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?

18 Entonces él tomó su parábola, y dijo:
    Balac, levántate y oye;
    Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
19 Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
20 He aquí, he recibido orden de bendecir;
El dio bendición, y no podré revocarla.
21 No ha notado iniquidad en Jacob,
Ni ha visto perversidad en Israel.
Jehová su Dios está con él,
Y júbilo de rey en él.
22 Dios los ha sacado de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
23 Porque contra Jacob no hay ag:uero,
Ni adivinación contra Israel.
Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel:
!!Lo que ha hecho Dios!
24 He aquí el pueblo que como león se levantará,
Y como león se erguirá;
No se echará hasta que devore la presa,
Y beba la sangre de los muertos.
25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas.

26 Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer?

27 Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas.

28 Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia el desierto.[b]

29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.

30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.

24  Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de ag:uero, sino que puso su rostro hacia el desierto;

2 y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él.

3 Entonces tomó su parábola, y dijo:
    Dijo Balaam hijo de Beor,
    Y dijo el varón de ojos abiertos;
4 Dijo el que oyó los dichos de Dios,
El que vio la visión del Omnipotente;
Caído, pero abiertos los ojos:
5 !!Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob,
Tus habitaciones, oh Israel!
6 Como arroyos están extendidas,
Como huertos junto al río,
Como áloes plantados por Jehová,
Como cedros junto a las aguas.
7 De sus manos destilarán aguas,
Y su descendencia será en muchas aguas;
Enaltecerá su rey más que Agag,
Y su reino será engrandecido.
8 Dios lo sacó de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
Devorará a las naciones enemigas,
Desmenuzará sus huesos,
Y las traspasará con sus saetas.
9 Se encorvará para echarse como león,
Y como leona; ¿quién lo despertará?
Benditos los que te bendijeren,
Y malditos los que te maldijeren.
Profecía de Balaam

10 Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus manos le dijo: Para maldecir a mis enemigos te he llamado, y he aquí los has bendecido ya tres veces.

11 Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, mas he aquí que Jehová te ha privado de honra.

12 Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también a tus mensajeros que me enviaste, diciendo:

13 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo?

14 He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días.

15 Y tomó su parábola, y dijo:
    Dijo Balaam hijo de Beor,
    Dijo el varón de ojos abiertos;
16 Dijo el que oyó los dichos de Jehová,
Y el que sabe la ciencia del Altísimo,
El que vio la visión del Omnipotente;
Caído, pero abiertos los ojos:
17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.
18 Será tomada Edom,
Será también tomada Seir por sus enemigos,
E Israel se portará varonilmente.
19 De Jacob saldrá el dominador,
Y destruirá lo que quedare de la ciudad.
20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo:
    Amalec, cabeza de naciones;
    Mas al fin perecerá para siempre.
21 Y viendo al ceneo, tomó su parábola y dijo:
    Fuerte es tu habitación;
    Pon en la peña tu nido;
22 Porque el ceneo será echado,
Cuando Asiria te llevará cautivo.
23 Tomó su parábola otra vez, y dijo:
    !!Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
24 Vendrán naves de la costa de Quitim,
Y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber;
Mas él también perecerá para siempre.
25 Entonces se levantó Balaam y se fue, y volvió a su lugar; y también Balac se fue por su camino.

 Profecía dada en;
Números 22-24 .
Profeta de Jehová , TERESA AQUINO .
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The prophet and his environment.
God and His prophets.
Thus says the Lord, who is God the Almighty:
  (Like Balaam's ass!)
MANY AS YOU ARE GOING TO SPEND THE DONKEY HAS BALAAM I TALK.
BY DISOBEDIENT.

Lord Arise, Arise Lord.
Kuma Adonai.
Shema Adonai, not do as Balak wanted the prophet Balaam to curse the people of Israel, sending messenger to seek the prophet offering gold and silver.

  This were the exact words of the prophet Balaam Balak to offer.

Consider this Bible story.
The Prophet and obedience to his Creator.

Balak Summons Balaam

22 Then the Israelites traveled to the plains of Moab and camped along the Jordan across from Jericho.

2 Now Balak son of Zippor saw all that Israel had done to the Amorites, 3 and Moab was terrified because there were so many people. Indeed, Moab was filled with dread because of the Israelites.

4 The Moabites said to the elders of Midian, “This horde is going to lick up everything around us, as an ox licks up the grass of the field.”

So Balak son of Zippor, who was king of Moab at that time, 5 sent messengers to summon Balaam son of Beor, who was at Pethor, near the Euphrates River, in his native land. Balak said:

“A people has come out of Egypt; they cover the face of the land and have settled next to me. 6 Now come and put a curse on these people, because they are too powerful for me. Perhaps then I will be able to defeat them and drive them out of the land. For I know that whoever you bless is blessed, and whoever you curse is cursed.”

7 The elders of Moab and Midian left, taking with them the fee for divination. When they came to Balaam, they told him what Balak had said.

8 “Spend the night here,” Balaam said to them, “and I will report back to you with the answer the Lord gives me.” So the Moabite officials stayed with him.

9 God came to Balaam and asked, “Who are these men with you?”

10 Balaam said to God, “Balak son of Zippor, king of Moab, sent me this message: 11 ‘A people that has come out of Egypt covers the face of the land. Now come and put a curse on them for me. Perhaps then I will be able to fight them and drive them away.’”

12 But God said to Balaam, “Do not go with them. You must not put a curse on those people, because they are blessed.”

13 The next morning Balaam got up and said to Balak’s officials, “Go back to your own country, for the Lord has refused to let me go with you.”

14 So the Moabite officials returned to Balak and said, “Balaam refused to come with us.”

15 Then Balak sent other officials, more numerous and more distinguished than the first. 16 They came to Balaam and said:

“This is what Balak son of Zippor says: Do not let anything keep you from coming to me, 17 because I will reward you handsomely and do whatever you say. Come and put a curse on these people for me.”

18 But Balaam answered them, “Even if Balak gave me all the silver and gold in his palace, I could not do anything great or small to go beyond the command of the Lord my God. 19 Now spend the night here so that I can find out what else the Lord will tell me.”

20 That night God came to Balaam and said, “Since these men have come to summon you, go with them, but do only what I tell you.”

Balaam’s Donkey

21 Balaam got up in the morning, saddled his donkey and went with the Moabite officials. 22 But God was very angry when he went, and the angel of the Lord stood in the road to oppose him. Balaam was riding on his donkey, and his two servants were with him. 23 When the donkey saw the angel of the Lord standing in the road with a drawn sword in his hand, it turned off the road into a field. Balaam beat it to get it back on the road.

24 Then the angel of the Lord stood in a narrow path through the vineyards, with walls on both sides. 25 When the donkey saw the angel of the Lord, it pressed close to the wall, crushing Balaam’s foot against it. So he beat the donkey again.

26 Then the angel of the Lord moved on ahead and stood in a narrow place where there was no room to turn, either to the right or to the left. 27 When the donkey saw the angel of the Lord, it lay down under Balaam, and he was angry and beat it with his staff. 28 Then the Lord opened the donkey’s mouth, and it said to Balaam, “What have I done to you to make you beat me these three times?”

29 Balaam answered the donkey, “You have made a fool of me! If only I had a sword in my hand, I would kill you right now.”

30 The donkey said to Balaam, “Am I not your own donkey, which you have always ridden, to this day? Have I been in the habit of doing this to you?”

“No,” he said.

31 Then the Lord opened Balaam’s eyes, and he saw the angel of the Lord standing in the road with his sword drawn. So he bowed low and fell facedown.

32 The angel of the Lord asked him, “Why have you beaten your donkey these three times? I have come here to oppose you because your path is a reckless one before me.[a] 33 The donkey saw me and turned away from me these three times. If it had not turned away, I would certainly have killed you by now, but I would have spared it.”

34 Balaam said to the angel of the Lord, “I have sinned. I did not realize you were standing in the road to oppose me. Now if you are displeased, I will go back.”

35 The angel of the Lord said to Balaam, “Go with the men, but speak only what I tell you.” So Balaam went with Balak’s officials.

36 When Balak heard that Balaam was coming, he went out to meet him at the Moabite town on the Arnon border, at the edge of his territory. 37 Balak said to Balaam, “Did I not send you an urgent summons? Why didn’t you come to me? Am I really not able to reward you?”

38 “Well, I have come to you now,” Balaam replied. “But I can’t say whatever I please. I must speak only what God puts in my mouth.”

39 Then Balaam went with Balak to Kiriath Huzoth. 40 Balak sacrificed cattle and sheep, and gave some to Balaam and the officials who were with him. 41 The next morning Balak took Balaam up to Bamoth Baal, and from there he could see the outskirts of the Israelite camp.

Balaam’s First Message

23 Balaam said, “Build me seven altars here, and prepare seven bulls and seven rams for me.” 2 Balak did as Balaam said, and the two of them offered a bull and a ram on each altar.

3 Then Balaam said to Balak, “Stay here beside your offering while I go aside. Perhaps the Lord will come to meet with me. Whatever he reveals to me I will tell you.” Then he went off to a barren height.

4 God met with him, and Balaam said, “I have prepared seven altars, and on each altar I have offered a bull and a ram.”

5 The Lord put a word in Balaam’s mouth and said, “Go back to Balak and give him this word.”

6 So he went back to him and found him standing beside his offering, with all the Moabite officials. 7 Then Balaam spoke his message:

“Balak brought me from Aram,
    the king of Moab from the eastern mountains.
‘Come,’ he said, ‘curse Jacob for me;
    come, denounce Israel.’
8 How can I curse
    those whom God has not cursed?
How can I denounce
    those whom the Lord has not denounced?
9 From the rocky peaks I see them,
    from the heights I view them.
I see a people who live apart
    and do not consider themselves one of the nations.
10 Who can count the dust of Jacob
    or number even a fourth of Israel?
Let me die the death of the righteous,
    and may my final end be like theirs!”
11 Balak said to Balaam, “What have you done to me? I brought you to curse my enemies, but you have done nothing but bless them!”

12 He answered, “Must I not speak what the Lord puts in my mouth?”

Balaam’s Second Message

13 Then Balak said to him, “Come with me to another place where you can see them; you will not see them all but only the outskirts of their camp. And from there, curse them for me.” 14 So he took him to the field of Zophim on the top of Pisgah, and there he built seven altars and offered a bull and a ram on each altar.

15 Balaam said to Balak, “Stay here beside your offering while I meet with him over there.”

16 The Lord met with Balaam and put a word in his mouth and said, “Go back to Balak and give him this word.”

17 So he went to him and found him standing beside his offering, with the Moabite officials. Balak asked him, “What did the Lord say?”

18 Then he spoke his message:

“Arise, Balak, and listen;
    hear me, son of Zippor.
19 God is not human, that he should lie,
    not a human being, that he should change his mind.
Does he speak and then not act?
    Does he promise and not fulfill?
20 I have received a command to bless;
    he has blessed, and I cannot change it.
21 “No misfortune is seen in Jacob,
    no misery observed[b] in Israel.
The Lord their God is with them;
    the shout of the King is among them.
22 God brought them out of Egypt;
    they have the strength of a wild ox.
23 There is no divination against[c] Jacob,
    no evil omens against[d] Israel.
It will now be said of Jacob
    and of Israel, ‘See what God has done!’
24 The people rise like a lioness;
    they rouse themselves like a lion
that does not rest till it devours its prey
    and drinks the blood of its victims.”
25 Then Balak said to Balaam, “Neither curse them at all nor bless them at all!”

26 Balaam answered, “Did I not tell you I must do whatever the Lord says?”

Balaam’s Third Message

27 Then Balak said to Balaam, “Come, let me take you to another place. Perhaps it will please God to let you curse them for me from there.” 28 And Balak took Balaam to the top of Peor, overlooking the wasteland.

29 Balaam said, “Build me seven altars here, and prepare seven bulls and seven rams for me.” 30 Balak did as Balaam had said, and offered a bull and a ram on each altar.

24 Now when Balaam saw that it pleased the Lord to bless Israel, he did not resort to divination as at other times, but turned his face toward the wilderness. 2 When Balaam looked out and saw Israel encamped tribe by tribe, the Spirit of God came on him 3 and he spoke his message:

“The prophecy of Balaam son of Beor,
    the prophecy of one whose eye sees clearly,
4 the prophecy of one who hears the words of God,
    who sees a vision from the Almighty,[e]
    who falls prostrate, and whose eyes are opened:
5 “How beautiful are your tents, Jacob,
    your dwelling places, Israel!
6 “Like valleys they spread out,
    like gardens beside a river,
like aloes planted by the Lord,
    like cedars beside the waters.
7 Water will flow from their buckets;
    their seed will have abundant water.
“Their king will be greater than Agag;
    their kingdom will be exalted.
8 “God brought them out of Egypt;
    they have the strength of a wild ox.
They devour hostile nations
    and break their bones in pieces;
    with their arrows they pierce them.
9 Like a lion they crouch and lie down,
    like a lioness—who dares to rouse them?
“May those who bless you be blessed
    and those who curse you be cursed!”
10 Then Balak’s anger burned against Balaam. He struck his hands together and said to him, “I summoned you to curse my enemies, but you have blessed them these three times. 11 Now leave at once and go home! I said I would reward you handsomely, but the Lord has kept you from being rewarded.”

12 Balaam answered Balak, “Did I not tell the messengers you sent me, 13 ‘Even if Balak gave me all the silver and gold in his palace, I could not do anything of my own accord, good or bad, to go beyond the command of the Lord—and I must say only what the Lord says’? 14 Now I am going back to my people, but come, let me warn you of what this people will do to your people in days to come.”

Balaam’s Fourth Message

15 Then he spoke his message:

“The prophecy of Balaam son of Beor,
    the prophecy of one whose eye sees clearly,
16 the prophecy of one who hears the words of God,
    who has knowledge from the Most High,
who sees a vision from the Almighty,
    who falls prostrate, and whose eyes are opened:
17 “I see him, but not now;
    I behold him, but not near.
A star will come out of Jacob;
    a scepter will rise out of Israel.
He will crush the foreheads of Moab,
    the skulls[f] of[g] all the people of Sheth.[h]
18 Edom will be conquered;
    Seir, his enemy, will be conquered,
    but Israel will grow strong.
19 A ruler will come out of Jacob
    and destroy the survivors of the city.”
Balaam’s Fifth Message

20 Then Balaam saw Amalek and spoke his message:

“Amalek was first among the nations,
    but their end will be utter destruction.”
Balaam’s Sixth Message

21 Then he saw the Kenites and spoke his message:

“Your dwelling place is secure,
    your nest is set in a rock;
22 yet you Kenites will be destroyed
    when Ashur takes you captive.”
Balaam’s Seventh Message

23 Then he spoke his message:

“Alas! Who can live when God does this?[i]
24     Ships will come from the shores of Cyprus;
they will subdue Ashur and Eber,
    but they too will come to ruin.”
25 Then Balaam got up and returned home, and Balak went his own way.

  Prophecy.
Numbers 22-24.
Prophet of the LORD, TERESA AQUINO.

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